🥗 Volver al Origen: 10 Principios Básicos de la Alimentación Ancestral

En un mundo saturado de productos ultraprocesados y consejos nutricionales contradictorios, la respuesta a nuestra salud a menudo no está en el futuro, sino en nuestro pasado.

La Alimentación Ancestral no se trata de imitar literalmente a los cavernícolas, sino de entender la biología humana. Se trata de comer los alimentos para los que nuestro cuerpo evolucionó durante millones de años, priorizando la calidad y la conexión con la naturaleza.

Si buscas recuperar tu energía, mejorar tu digestión y prevenir enfermedades crónicas, estos 10 principios básicos son tu hoja de ruta para retomar el control de tu salud.


Los 10 Principios Básicos de la Alimentación Ancestral

1️⃣ Céntrate en la calidad: Nutrición real sobre calorías vacías

No todos los alimentos son iguales. La base de la salud es elegir alimentos con alta densidad nutricional. Prioriza ingredientes frescos, locales y de temporada. Un huevo de gallina criada en libertad o una verdura orgánica de estación te aportan vitaminas, minerales y fitonutrientes que ningún producto empaquetado puede igualar.

2️⃣ Asegúrate de consumir suficientes proteínas

La proteína es el bloque constructor de nuestro cuerpo, esencial para la masa muscular, la saciedad y la función hormonal. No existe una cantidad única para todos; ajusta tu ingesta según tu nivel de actividad física, edad y objetivos de salud. Incluye fuentes de calidad en cada comida, como carnes de pasto, pescados salvajes, huevos o vísceras.

3️⃣ Pierde el miedo a las grasas saludables

Durante décadas nos dijeron que las grasas eran el enemigo, pero son una fuente de energía vital y necesarias para absorber vitaminas (A, D, E, K) y proteger nuestro cerebro.

  • Para cocinar: Opta por grasas saturadas estables al calor como el ghee, sebo, manteca o aceite de coco.
  • En frío: Disfruta del aceite de oliva virgen extra y paltas (aguacates).
  • Elimina: Destierra definitivamente los aceites vegetales industriales y procesados (soja, maíz, canola, girasol refinado) que son altamente inflamatorios.

4️⃣ Varía tus menús: Come el arcoíris

La monotonía nutricional puede llevar a carencias. Nuestros ancestros comían una amplia variedad de plantas y animales según la estación. Rota tus fuentes de proteínas y verduras. Diferentes colores en tu plato significan diferentes antioxidantes y un mayor estímulo para una microbiota intestinal diversa y saludable.

5️⃣ Cocina desde cero: Retoma el control de tu cocina

La herramienta de salud más poderosa que tienes es tu propia cocina. Al preparar tus alimentos desde cero, te aseguras de eliminar los tres jinetes del apocalipsis moderno: aditivos químicos, azúcares ocultos y aceites industriales. Cocinar es un acto de amor propio y la mejor inversión en tu salud a largo plazo.

6️⃣ Limita drásticamente los azúcares

El consumo excesivo de azúcar es uno de los mayores impulsores de la enfermedad moderna. Es altamente inflamatorio, favorece el daño oxidativo (precursor de enfermedades crónicas y envejecimiento prematuro), y altera tu metabolismo, promoviendo el aumento de grasa corporal. Lee las etiquetas: el azúcar se esconde bajo docenas de nombres diferentes.

7️⃣ Incorpora alimentos fermentados

Nuestros ancestros conservaban los alimentos mediante la fermentación, sin saber que estaban creando potentes probióticos. Alimentos como el chucrut, kimchi, kéfir o kombucha son esenciales para repoblar tu intestino con bacterias benéficas, mejorando la digestión y fortaleciendo tu sistema inmunológico.

8️⃣ Mantente hidratado: La base de la función celular

Parece obvio, pero a menudo lo olvidamos. El agua es esencial para digerir y absorber nutrientes, transportar oxígeno, mantener el correcto funcionamiento celular y permitir que tus riñones e hígado eliminen toxinas eficazmente. Bebe agua filtrada de calidad a lo largo del día.

9️⃣ Elabora platos equilibrados

Olvida la pirámide nutricional tradicional. Un plato ancestral equilibrado no se basa en cereales, sino en una buena porción de proteína de calidad, acompañada de abundantes vegetales (fibra y micronutrientes) y una fuente de grasa saludable para asegurar la saciedad y la energía estable.

1️⃣0️⃣ Come de forma consciente (Mindful Eating)

La digestión comienza en el cerebro, no en el estómago. En nuestra vida acelerada, solemos comer con prisa y distraídos. Dedícate tiempo para tu alimentación: siéntate, mastica bien cada bocado, saborea la comida y agradece. Comer en un estado de calma mejora drásticamente la digestión y tu relación con la comida.


Adoptar una alimentación ancestral no tiene por qué ser perfecto desde el día uno. Empieza por elegir uno o dos de estos principios y aplícalos esta semana. Pequeños cambios sostenibles generan grandes resultados en tu bienestar.

Tu cuerpo tiene una capacidad increíble para sanar cuando le das los insumos correctos.

Con cariño, Doc. Caro